Christopher Arsenault, de 65 años, perdió la vida en un incendio mientras intentaba rescatar a los gatos que vivían en su refugio, “Happy Cat Sanctuary”, en Long Island.
El siniestro, ocurrido en Medford, acabó con la vida de 100 felinos, aunque otros 200 lograron sobrevivir. Arsenault, quien dedicó su vida al rescate de gatos en situación de abandono, tenía planes de trasladar el refugio a un espacio más grande en los próximos meses.
La comunidad de Dourland Road está conmocionada por la tragedia, mientras que Lisa Jaeger, colaboradora del refugio, lamentó profundamente la muerte de Arsenault.
Lo recordó como un hombre comprometido con los gatos desamparados, a los que rescataba de la eutanasia y el abandono. Ahora, la mayor preocupación es el destino de los gatos sobrevivientes, ya que aún no hay un lugar definido para su reubicación.
“Happy Cat Sanctuary” fue fundado hace 15 años con la misión de brindar un hogar seguro a gatos en condiciones deplorables.
La sobrepoblación en el refugio ya había generado problemas con las autoridades, lo que llevó a Arsenault a planear su reubicación. Sin embargo, el incendio frustró esos planes y dejó a la comunidad buscando soluciones para continuar con su labor.
Para mantener vivo el legado de Arsenault y ayudar a los gatos que sobrevivieron, Lisa Jaeger lanzó una campaña en GoFundMe.
Si deseas ayudar puedes hacerlo desde el siguiente link: https://www.gofundme.com/f/support-happy-cat-sanctuary-after-tragic-fire